El Origen de los Problemas de Relaciones entre Pares en la Primera Infancia y sus Impactos en la Adaptación Psicosocial y el Desarrollo Infantil


GRIP, École de psychologie y Université Laval, Canadá
(Inglés). Traduccíon: febrero 2011

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Introducción

Se cree que las relaciones entre pares juegan un papel importante en el desarrollo infantil.1,2,3  Ellas ofrecen singulares oportunidades para ponerse al corriente de las normas sociales y procesos involucrados en las relaciones interpersonales, y para aprender nuevas destrezas sociales. Asimismo, proveen contextos en los cuales se puede probar y educar en capacidades de auto-control. Durante la infancia, las relaciones entre pares también son multifacéticas: los niños interactúan con otros niños participando en actividades grupales, así como a través de las asociaciones diádicas (entre dos pares) con amigos.2 Estas diferentes facetas de las experiencias entre pares son vistas como oportunidades evolutivas relacionadas a la edad para la construcción de la personalidad. Las experiencias de grupos depares son importantes progresivamente  y  culminan en la mediana infancia, antes de ceder el paso a las amistades que constituyen la característica más significativa al final de la infancia y en la adolescencia.3

Problemas

Desgraciadamente, las relaciones entre  pares no son siempre positivas para el niño: entre un 5% y un 10% de infantes experimentan problemas crónicos de relaciones con otros niños, tales como rechazo4 y violencia.5  En los últimos 20 años, se ha producido una investigación sustancial en la materia, motivada por la comprensión de la naturaleza, sentido e impacto de los problemas de las relaciones entre pares.3 La mayor parte de esta investigación se ha centrado en niños en edad escolar. Pese a que un progresivo número de ellos está expuesto desde los primeros años a otros niños en la guardería.6 Así, las relaciones entre pares son temas de política social altamente relevantes y deberían ser objeto de persistente atención.

Preguntas Clave de Investigación

Al menos, hay cuatro preguntas básicas de relevancia al estudio de relaciones tempranas entre pares: 1) ¿Cuáles son los hitos evolutivos de las primeras interacciones y relaciones entre pares? 2) ¿A qué edad los niños comienzan  a experimentar problemas de relaciones con sus compañeros? 3) ¿Qué conductas sociales pueden causar dificultades en las relaciones entre pares? 4) ¿Cuáles son las consecuencias de experimentar estos problemas?

Resultados de las Investigaciones

Los puntos de referencia en las interacciones tempranas y relaciones entre pares: hacia el término del primer año de vida, la mayoría de los niños compartirá actividades con sus pares, principalmente alrededor de determinados objetos. Cerca de los tres años, con la evolución de la capacidad motora y la aparición del lenguaje, los párvulos tendrán la capacidad para coordinar conductas en juegos con compañeros; pueden imitarse mutuamente y comienzan a alternar roles en los juegos.7,8 Entre los tres y los cinco años, hay un aumento sistemático de conductas prosociales y en los juegos de simulaciones, así como una disminución de las conductas agresivas, lo que refleja un aumento de la capacidad infantil para adoptar la perspectiva de los compañeros de juego.9,8 Estas destrezas sociales interactivas son los cimientos de las relaciones tempranas con sus pares, las cuales se muestran al comienzo en la preferencia conductual hacia otros niños.10,8 Estas opciones orientarán gradualmente las amistades preescolares que se basan en intercambios concretos y actividades de juego recíprocas. En las guarderías, estas amistades progresivamente se van separando por el factor género e incrustadas en  redes filiativas.11,12,13 Los grupos de juegos mixtos e informales también se forman en el vecindario.14,15

¿A qué edad los niños comienzan a experimentar problemas de relaciones entre pares? Los preescolares gradualmente forman sus percepciones sobre sus amigos y compañeros. Ya desde los cuatro años,  ellos identificarán claramente a sus mejores amigos, a los compañeros que les gustan y a aquéllos que les desagradan. La agregación de estas percepciones revela una coherente y consistente organización en el status de pares en el grupo mayor, con algunos niños que son rechazados y percibidos negativamente por el grupo de pares.16,17,10 Esta forma de rechazo  puede conducir a diversas formas de conductas negativas hacia el niño, como control y dominación, burlas excesivas y hostigamiento general o victimización.18,19 El acoso de los pares se refiere a un niño que ha sido expuesto, reiterada y prolongadamente, a un trato negativo por uno o más niños.20 Hay información relativa a esta dificultad en infancia mediana, pero existe evidencia que estas dificultades existen incluso en los años preescolares.21,22,23

¿Qué conductas sociales pueden causar dificultades en las relaciones entre pares? La existencia de rasgos físicos anormales, como problemas de habla, torpeza física o discapacidad, pueden producir dificultades en las relaciones entre pares. Sin embargo, las principales causas de estos problemas estarían en el plano conductual. Los niños que experimentan trastornos en las relaciones con sus pares tienden a ser más agresivos, hiperactivos y antagónicos, pero también menos retraídos socialmente y menos sociables.22,24,25 Estas conductas podrían ser las determinantes proximales, al igual que las consecuencias, de los problemas de relación en la infancia temprana (ver a continuación). Las conductas agresivas son las consecuencias citadas más frecuentemente y los determinantes proximales del rechazo de los pares en las guarderías.26,27,3 Sin embargo, algunos niños agresivos pueden realmente contar con una alta aceptación social,28 especialmente si las normas del grupo fomentan o son neutrales a estas actitudes.29 Éste es el caso más probable entre los niños preescolares por las formas instrumentales y las actitudes agresivas que pueden asociarse a la popularidad.30 De hecho, niños de esa edad, especialmente hombres,31 a menudo utilizan medios agresivos para alcanzar un alto estatus en la estructura social. Un fenómeno relacionado al anterior es que los preescolares agresivos también tienden a asociarse proactivamente  o a hacerse amigos entre ellos,32,33 una tendencia que podría reforzar los comportamientos agresivos como medio para alcanzar objetivos sociales.34,35 Finalmente, los niños tímidos y retraídos también son propensos a experimentar dificultades. Sin embargo, en este último caso, es más posible que se produzcan problemas 36 relacionales en años posteriores porque estas formas de reticencia social son menos  sobresalientes  y obvias en los preescolares.37

¿Cuáles son las consecuencias de los problemas de relaciones tempranas entre pares? En este campo, existe un consenso relativo a que los niños que experimentan dificultades en las relaciones con sus compañeros tienen mayor riesgo de presentar diversos problemas de adaptación posterior, incluyendo deserción escolar, conductas antisociales y trastornos emocionales.3,38 Sin embargo, los procesos evolutivos que deriven en problemas posteriores aún mantienen las interrogantes abiertas: ¿las dificultades de relación entre los pares en la primera infancia son las causas de los problemas de adaptación o son estos últimos efectos de rasgos duraderos del niño?39 Se ha descubierto que las dificultades para establecer relaciones de pares perdurables en la infancia son predoctores de problemas internalizados como soledad, depresión y ansiedad, así como trastornos en la salud física y desadaptación escolar.38,40,3 La evidencia con preescolares es más limitada, pero apunta en la misma dirección.21,22,41 Sin embargo, no está claro si estos problemas de relaciones tempranas entre pares tendrán consecuencias permanentes o no. En el jardín infantil, el rechazo a un niño por parte de sus compañeros también puede reforzar conductas agresivas regresivas entre aquéllos que son propensos a presentar conductas agresivas, debido posiblemente a que la experiencia del rechazo de los pares induce y estimula rasgos de hostilidad y expectativas de situaciones sociales.42 Como se señaló anteriormente, la identificación recíproca de los niños agresivos puede reforzar su comportamiento durante la infancia temprana. En efecto, las interacciones de pares entre niños violentos en los años preescolares pueden, en oportunidades determinadas, dar origen a intercambios coactivos, los cuales a su vez pueden, bajo ciertas circunstancias (por ejemplo, sumisión del niño, tolerancia a la agresión de sus pares y de los adultos), representar una oportunidad para potenciar esta tendencia y ser un campo de entrenamiento para conductas agresivas.43 Estudios realizados sobre este proceso, denominado “aprendizaje desviado”, han brindado un respaldo empírico sustancial.44 La evidencia preliminar parece indicar que el tiempo que el niño pasa en las guarderías se asocia a un mayor índice de agresividad,45,6 y los procesos de aprendizaje desviado podrían en parte ser causantes de esta alteración.33,46 Finalmente, debería señalarse también que las relaciones de amistad (por ejemplo, la identificación con niños agresivos;34  teniendo un amigo protector47 ) también pueden jugar un importante papel preventivo con respecto a experiencias negativas entre pares y el impacto de dichas prácticas. Estos procesos también pueden funcionar en el preescolar.

Conclusiones

Las vidas sociales de los preescolares son completamente elaboradas y refinadas ya que ellos enfrentan diversas experiencias, positivas y negativas, con sus pares en sus primeros años. Las diferencias individuales en la adaptación a sus compañeros pueden percibirse al momento de formar los grupos. A los cuatro años, por lo menos, una parte significativa de preescolares tendrá relaciones problemáticas con otros niños, como rechazo o acoso por otros niños de su edad, y estas experiencias negativas podrían tener un impacto importante en su adaptación y desarrollo socio emocional. Las dinámicas evolutivas de estas dificultades son multifacéticas e involucran asociaciones recíprocas y diferenciadas a las tendencias conductuales en los párvulos. Entre éstas, los comportamientos sociales inapropiados como las conductas agresivas están claramente comprometidos, pero bajo formas complejas. No sólo son determinantes proximales significativos, sino que también están incrustadas en una matriz social emergente que podría mantener y fomentar tendencias agresivas. Comenzando en el jardín, las conductas hostiles parecen asociadas, y quizás aumentadas, por el rechazo de los pares. Sin embargo, los párvulos más agresivos no son marginados, sino que más bien tienden a asociarse entre sí en los años preescolares. Lo anterior podría conducir a algunas formas de aprendizaje desviado.

Implicaciones para Perspectivas de Servicios y Políticas

No está claro si las relaciones tempranas entre pares producen beneficios o perjuicios a largo plazo. Sin embargo, dada la evidencia aquí revisada, es obvio que esta pregunta debería constituir una preocupación para las autoridades y los proveedores de servicios. Desgraciadamente, muchos problemas de adaptación pueden determinar el origen de los primeros trastornos en las relaciones entre los niños. El desafío para los investigadores es comprender más claramente el origen, desarrollo e impacto de las relaciones saludables o problemáticas entre los niños pequeños. Los estudios prospectivos de desarrollo temprano son cruciales en este esfuerzo. Estas preguntas fundamentales son de la mayor importancia por el creciente número de niños que presentan problemas de socialización con otros niños de su edad en las diferentes modalidades existentes de centros abiertos. Estos servicios también intervienen desde muy temprana edad en las vidas de los niños. Será importante evaluar la forma en que estos establecimientos pueden fomentar o no relaciones saludables entre pares. Estos intentos de investigación también deberían ayudar al diseño y evaluación de programas de prevención eficientes y adecuados. Por ejemplo, actualmente está claro que, para un tratamiento apropiado, no deberíamos agrupar a párvulos con comportamientos agresivos.

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Para citar este artículo:

Boivin M. El Origen de los Problemas de Relaciones entre Pares en la Primera Infancia y sus Impactos en la Adaptación Psicosocial y el Desarrollo Infantil. En: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Boivin M, ed. tema. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. https://www.enciclopedia-infantes.com/relaciones-entre-pares/segun-los-expertos/el-origen-de-los-problemas-de-relaciones-entre-pares-en-la. Publicado: Marzo 2005 (Inglés). Consultado el 29 de marzo de 2024.

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