Lactancia Materna y su Impacto sobre el Desarrollo Emocional y Psicosocial Infantil: Comentarios sobre Woodward y Liberty, Pérez-Escamilla, y Lawrence


Iowa State University, EE.UU
(Inglés). Traducción: marzo 2010

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Introducción

La lactancia materna es el método de alimentación infantil recomendado a escala mundial. No obstante, y pese a que sus beneficios nutricionales e inmunológicos han sido sólidamente fundamentados1, los estudios sistemáticos sobre sus ventajas en el plano psicosocial son más elusivos. Es difícil desentrañar la vía por la cual el amamantamiento afecta el desarrollo emocional y psicosocial del niño y ésta no siempre es unidireccional.  Las variables confusas, tales como el nivel de instrucción materno, están estrechamente vinculadas a la práctica del amamantamiento, aun cuando también constituyen determinantes para el desarrollo psicosocial.2,3 Asimismo, los factores ambientales interactúan como determinantes biológicos, modificando los efectos observados en el desarrollo. Por ejemplo, Engle et al.4 sugieren que los patrones de vocalización materna pueden modular diferenciadamente la influencia del estatus  nutricional del niño sobre su desarrollo cognitivo. Al respecto, Pollitt postuló que no sólo los factores ambientales (como la estimulación vocal) tienen consecuencias  directas y modificables sobre el desarrollo infantil, sino que la relación entre ambas variables también puede ser contraria (un niño que presenta avances desde el punto de vista de su desarrollo exige más estimulación de su cuidador).5

Tres de las cuatro ponencias presentadas aquí discuten sobre los desafíos para la investigación en diferenciar el efecto de la lactancia en el desarrollo emocional y social del niño. Estos artículos se centran en el apego madre-hijo, los ajustes conductuales y sociales, y el desarrollo cognitivo como indicadores de desarrollo psicosocial. En tanto, el cuarto trabajo, escrito por Greiner, polemiza sobre las prácticas sociales que propenden a que la lactancia llegue a ser una norma social óptima. 

Investigaciones y Conclusiones 

Woodward y Liberty revisan diversos desafíos que enfrenta la investigación sobre el desarrollo psicosocial. Al respecto, existe un amplio registro de resultados psicosociales que abarcan desde el período neonatal (p. ej. interacciones tempranas madre-hijo) hasta la infancia y adolescencia posterior (ajuste conductual). Además, es posible realizar diversas comparaciones grupales: niños amamantados/alimentados con fórmula, antes versus después de un episodio de amamantamiento, o por la prolongación de la lactancia.  En gran medida, Woodward y and Liberty identifican como los temas claves de la  investigación la distinción entre los efectos a corto y a largo plazo y el mecanismo por el cual el amamantamiento puede influir en el desarrollo psicosocial. Los autores, además, demostraron la complejidad del patrón mecánico en su ejemplo de la influencia de este régimen de alimentación sobre el ánimo de la madre y el efecto de la retroalimentación del niño hacia ella. No obstante, cada uno los modelos para los diferentes resultados pueden ser únicos.  

La lactancia es una opción, no una conducta natural asignada casualmente a las madres. Las mujeres que elijen amamantar son diferentes de aquéllas que optan por suministrar sucedáneos a sus hijos y estas otras características de la madre y su ambiente son factores confusos de análisis.  Pese a que Woodward y Liberty discuten este desafío de análisis, lo que parece faltar es un reconocimiento relativo a que las características maternas asociadas al amamantamiento varían dependiendo de la cultura analizada. Los rasgos maternos vinculados al amamantamiento (tales como un nivel educacional más alto y mayores ingresos) en países desarrollados como Canadá y Estados Unidos no son universales. De hecho, en países pobres, la lactancia es una práctica más frecuente en los sectores de menores recursos y con menor escolaridad.6 El contexto cultural particular debe ser considerado si esperamos comprender los patrones a través de los cuales el amamantamiento influye el desarrollo psicosocial. 

La ponencia de Pérez-Escamilla aborda el desarrollo social desde una perspectiva diferente que el estudio realizado por Woodward y Liberty. Su análisis se centra en los efectos de la lactancia en tres características asociadas con el desarrollo psicosocial de los niños mayores: desarrollo motor y cognitivo infantil, así como obesidad infantil. Al respecto, el autor demuestra acertadamente la fortaleza de la evidencia que aporta el efecto positivo de la lactancia en el desarrollo cognitivo. Existe un resultado sistemático y significativo entre los distintos estudios: una “respuesta a la necesidad/need response” (los infantes prematuros, con una mayor necesidad fisiológica, obtienen mayores beneficios del amamantamiento que los nacidos con peso normal); una secuencia temporal lógica (p. ej. la causa es anterior al efecto), y una relación plausible en términos biológicos, basada en el rol de los AGPICL en el desarrollo mental y visual. 

Pérez-Escamilla presenta ejemplos de estudios en los que se asocia la lactancia materna con el desarrollo motor infantil más avanzado, según lo indican los hallazgos tempranos de algunos hitos, tales como el gatear. Al respecto, Pollitt sugiere que un retraso del desarrollo en niños mal nutridos puede dar una apariencia de menor edad, y por lo tanto requerir de menos estimulación de la madre y del ambiente en el hogar.7 Sin embargo, la evidencia relativa a que el desarrollo motor temprano está asociado con un mejor desarrollo psicosocial en niños con una nutrición adecuada no es presentada en el artículo de Pérez- Escamilla. 

La ponencia final sobre desarrollo psicosocial, presentada por Lawrence, recoge el estudio observacional pionero de Newton8. En esos trabajos, realizados hace más de cuarenta años, se presentaba una discusión, aun vigente, sobre los desafíos para realizar investigaciones acerca del amamantamiento. Una preocupación primordial en ese entonces (y hasta ahora) consiste en la definición de lactancia materna. Lawrence también señala que la lactancia se realiza no sólo como respuesta al hambre, sino como un mecanismo para reducir el estrés y malestar infantil y que, por lo tanto,  debiera jugar un rol importante en el desarrollo psicosocial del niño. Esta conclusión es coherente con los testimonios de madres peruanas sobre la lactancia como un medio para proporcionar  al niño el bienestar, amor, seguridad y comunicación necesarios9. Sin embargo, se necesita disponer de nuevos estudios sobre cómo influye el amamantamiento en los rasgos de personalidad más difíciles de cuantificar: asertividad, madurez social y confianza en sí mismo. Lawrence informa sobre algunas mediciones de los beneficios de la lactancia en estas variables, tales como los niños alimentados con leche materna son más cooperadores y menos proclives a la deserción escolar, en estudios de desarrollo cognitivo. No obstante, estas investigaciones son muy limitadas; aun se requiere de estudios diseñados adecuadamente que emulen la riqueza de la investigación observacional de Newton. 

El artículo presentado por Greiner se distingue de los anteriores porque examina los hechos sociales imprescindibles para promover exitosamente la lactancia. Pese al planteamiento del autor sobre los avances en las campañas de información para educar a las nuevas generaciones de madres, se necesita disponer de enfoques equilibrados, que sean informativos, sobre los riesgos para el niño si no es amamantado adecuadamente. Señalar que la leche natural es lo mejor no es suficiente. Para mejorar las prácticas de lactancia se requiere del apoyo a todos los niveles: sistema legal (por ejemplo, para apoyar el Código), a través de centros de salud con  actividades pedagógicas sobre técnicas adecuadas de amamantamiento; leyes laborales diseñadas para promover condiciones de trabajo coherentes con los seis meses de amamantamiento exclusivo y a través del apoyo social de los amigos y la familia. Las actividades de intervención parciales que no se basan en una perspectiva integral para lograr el apoyo a la lactancia en todos los niveles, han demostrado tener sólo éxitos parciales. 

Consecuencias para los Servicios, el Desarrollo y la Política 

Las tres primeras ponencias proporcionan evidencia relativa a la vinculación del amamantamiento con algunos componentes para el desarrollo psicosocial. Asimismo, los autores reconocen que existe una evidente carencia de estudios fundamentados adecuadamente y que persisten serios desafíos para entender los mecanismos a través de los cuales el amamantamiento constituye un factor de influencia determinante. Pese a que tanto Pérez-Escamilla como Lawrence concluyen en que los beneficios para el desarrollo psicosocial existen  y que ello debería formar parte de una decisión política, Woodward y Liberty reconocen que no se dispone de evidencia sustancial que demuestre tal vinculación y que la promoción de la lactancia debería basarse únicamente en las ventajas nutricionales y cognitivas de esta práctica. No obstante, estas  conclusiones parecen ser extremadamente conservadoras, pese a que  presentan evidencias sobre los beneficios a corto plazo para la madre, tendientes a mejorar su capacidad para brindar estimulación y cuidado infantil adecuados (mayores niveles de sentido de alerta, autorregulación de la motricidad y disminución del llanto). A pesar que se dispone de una evidencia reducida sobre los beneficios a largo plazo, las ventajas mediatas, así como la falta de asociaciones negativas a este método, parecerían sugerir que los hacedores de políticas  pueden incluir la lactancia como una de las múltiples intervenciones sociales para promover una amplia diversidad de conductas y necesidades de las sociedades. Por lo tanto, las políticas deberían diseñarse no sólo para reducir el número de casos extremos de enfermedad mental, sino también para ayudar a todas las familias a mejorar el desarrollo psicosocial de sus niños. La lactancia no es una panacea, pero la literatura en el tema sugeriría que los infantes y niños se benefician de muchas formas cuando sus madres los pueden amamantar en forma óptima. La sociedad debería encontrar formas para apoyar a las madres a que esta práctica llegue a ser universal.  

Referencias

  1. Kramer MS, Kakuma R. The optimal duration of exclusive breastfeeding: A systematic review. Advances in Experimental Medicine and Biology 2004;554:63-77.
  2. Newton N. The uniqueness of human milk. Psychological differences between breast and bottle feeding. American Journal of Clinical Nutrition 1971;24(8):993-1004.
  3. Anderson JW, Johnstone BM, Remley DT. Breast-feeding and cognitive development: a meta-analysis. American Journal of Clinical Nutrition 1999;70(4):525-535.
  4. Engle PL, Castle S, Menon P. Child development: vulnerability and resilience. Social Science and Medicine 1996;43(5):621-635.
  5. Pollitt E, Gorman KS, Engle PL, Martorell R, Rivera J. Early supplementary feeding and cognition: effects over two decades. Monographs of the Society for Research in Child Development 1993;58(7):1-99.
  6. Grummer-Strawn LM. The effect of changes in population characteristics on breastfeeding trends in fifteen developing countries. International Journal of Epidemiology 1996;25(1):94-102.
  7. Brown JL, Pollitt E. Malnutrition, poverty and intellectual development. Scientific American 1996;274(2):38-43.
  8. Newton NR. The relationship between infant feeding experience and later behavior. Journal of Pediatrics 1951;38(1):28-40.
  9. Marquis GS, Diaz J, Bartolini R, Creed de Kanashiro H, Rasmussen KM. Recognizing the reversible nature of child-feeding decisions: breastfeeding, weaning, and relactation patterns is a shanty town community of Lima, Peru. Social Science and Medicine 1998;47(5):645-656.

Para citar este artículo:

Marquis GS. Lactancia Materna y su Impacto sobre el Desarrollo Emocional y Psicosocial Infantil: Comentarios sobre Woodward y Liberty, Pérez-Escamilla, y Lawrence. En: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. https://www.enciclopedia-infantes.com/lactancia-materna/segun-los-expertos/lactancia-materna-y-su-impacto-sobre-el-desarrollo-emocional-y. Publicado: Octubre 2005 (Inglés). Consultado el 8 de diciembre de 2024.

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