Los servicios en la primera infancia y su impacto en los niños (2–5)


Free University, Alemania, National Institute of Child Health and Human Development, EE.UU.
, Ed. rev. (Inglés). Traduccíon: mayo 2017

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Introducción

En todo el mundo, los(as) niños(as) típicamente viven bajo el cuidado de su padre/madre, pero también reciben cuidados del resto de la familia, personas vecinas, amistades y personas a las que se les paga por el cuidado. En los países industrializados, la creciente demanda del cuidado remunerado, a menudo proporcionado por centros de cuidado infantil subsidiados públicamente, ha fomentado una intensa investigación en los últimos 40 años sobre los efectos (positivos y negativos) en la salud de los(as) niños(as), la capacidad cognitiva, el ajustamiento y las relaciones sociales.1 Aunque existe un consenso de que padres/madres son la influencia más importante en el bienestar y el desarrollo de los(as) niños(as), es igualmente evidente que el cuidado y atención no parentales  pueden tener igualmente un sustancial impacto. En consecuencia, quienes se dedican a la investigación se han centrado en la naturaleza del cuidado no parental y en la forma en que los(as) niños(as) de diferentes orígenes familiares, con diferentes necesidades educativas y de desarrollo individuales, se ven afectados(as).

Problemas

Cuando los(as) estudiantes de desarrollo temprano comenzaron a explorar el impacto de los cuidados no parentales, se preguntaron por primera vez si el cuidado por otras personas que no fueran las madres era dañino  o inofensivo. De acuerdo a muchas teorías, el cuidado infantil puede ser problemático para niños(as) pequeños(as) y preescolares. Por ejemplo, la teoría del apego relaciona el éxito del desarrollo socio-emocional temprano al desarrollo de relaciones de confianza (apegos) con algunas figuras de referencia, como padres y madres. La teoría proponía además que el cuidado continuo, interrumpido por la separación, fue esencial para el desarrollo y mantenimiento de esos apegos primarios, los cuales también podían influenciar en la regulación emocional y comportamiento social de los(as) niños(as), tanto contemporáneamente como después en la vida.2,3 Esto debido a que la falta de cuidado parental implica necesariamente la separación de las figuras del cuidado primario, según las teorías la mayor preocupación se sostuvo sobre el hecho que se podría dañar el apego primario, y por tanto, tener efectos adversos sobre el desarrollo emocional. También, se argumentó que quienes proporcionaban el cuidado, en promedio no tenían un compromiso con las responsabilidades que implicaba éste, tal como lo pueden asumir los padres/madres. Los(as) socio-biologistas sostuvieron además que la calidad del cuidado está dada en función del grado de relación entre quienes prestan los cuidados y los(as) niños(as),4,5 de modo que se debe esperar   una calidad de cuidado más baja por parte de las personas que no se relacionan, incluyendo profesores(as) y niñeros(as) que son remunerados. Una visión más positiva del cuidado fue adelantada por el desarrollo de teorías que subrayaron el valor de la estimulación bien diseñada y de la instrucción, sobre el desarrollo mental y comunicativo de los(as) niños(as).6

Research context

A pesar de un extenso volumen de la literatura sobre los efectos del cuidado infantil temprano, los principales hallazgos han sido aclarados por los datos obtenidos en numerosos estudios, como la Red de Cuidado Infantil Temprano NICHD7 o el Estudio de Calidad de Costos y Resultados CQOS8 que incluyen una gran cantidad de participantes.

Sin embargo, quienes investigan aún necesitan centrarse, no sólo en las experiencias de los(as) niños(as) cuando están en centros de cuidado infantil, sino también en otros aspectos de relación más amplios,  incluyendo la interacción entre padres/madres y las dinámicas de los  cuidados no parentales. Por ejemplo, los(as) niños(as) tienen experiencias diferentes cuando evolucionan en el hogar que cuando evoluciona en medios o servicios de cuidado no parentalesl9,10 En consecuencia los investigadores necesitan determinar si las diferencias entre los(as) niños(as) que asisten a los centros de cuidado y aquellos que evolucionan igualmente en el hogar  son atribuibles a uno u otro entorno(o por el contrario a los dos casos). Por lo que, también se debe tratar de mejorar la calidad de los hallazgos de las investigaciones mediante la realización de meta-análisis que resuman los resultados de múltiples estudios pequeños.11

Preguntas claves de investigación

Las personas que investigan han explorado los efectos del cuidado infantil en muchos aspectos del desarrollo, aunque la investigación del desarrollo cognitivo y el lenguaje (especialmente en el contexto de los programas educativos compensatorios) así como el desarrollo socioemocional y la reactividad al estrés, han sido especialmente informados. En el mundo académico y político quienes cuestionan el valor y la conveniencia dede los jardines infantiles se han preocupado particularmente de que los(as) niños(as) no puedan mantener relaciones de apoyo con sus padres/madres cuando asisten a los jardines infantiles. También han argumentado que las experiencias de cuidado no parentales generan estrés que afecta el ajuste conductual de los(as) niños(as).12,13 Por el contrario, quienes valoran los jardines infantiles han enfatizado que los(as) niños(as) necesitan desarrollar buenas relaciones con las personas que realizan los cuidados y sus pares para beneficiarse completamente de sus enriquecedoras experiencias en el cuidado infantil. Asimismo reconocen que estimular la atención y el cuidado en el hogar es influyente y complementa los efectos de las estrategias de educación formal y sus programas.

Resultados de recientes investigaciones

El hecho que los(as) niños(as) desarrollen y mantengan buenas relaciones con sus padres/madres  minetras frecuentan el jardíninfantil, depende de la capacidad que tengan los padres/madres para proporcionar cuidados sensibles en el hogar.14 Además, es importante que establezcan un equilibrio entre el hogar y los centros de cuidado infantil y continúen proporcionando los tipos de interacción intima que no es proporcionada en estos centros de cuidado.15,16 Las largas horas de cuidado infantil y las estresantes relaciones entre padres/madres – hijos(as) son asociadas la agresión de preescolares,17,18 mientras que las buenas relaciones con quienes proveen  las relaciones de cuidados ayuda a minimizar los problemas de comportamiento y agresión.19 La transición del hogar al centro de cuidados es estresante para una gran cantidad de niños(as), por lo que quienes estén a cargo de su cuidado necesitan ayudarles a manejar sus respuestas a este estrés.20

Las personas proveedoras de cuidados, por supuesto, son capaces de desarrollar relaciones significativas con los(as) niños(as), pero la calidad o la seguridad de esas relaciones dependen de su comportamiento hacia el grupo en conjunto, en lugar de la calidad de las interacciones de forma individual. Efectivamente, las relaciones emergentes entre los cuidadores y los(as) niños(as), reflejan las características y las dinámicas del grupo, mientras que los apegos de padres/madres infantes, parecen estar influenciados más directamente por las interacciones de las diádicas.11 A partir de los dos años, los(as) niños(as) son capaces de interactuar más extensamente con sus pares. Tales encuentros ofrecen excelentes oportunidades para aprender las reglas de interacción social: cómo evaluar las ofertas sociales, llevar a cabo diálogos, y la más importante, resolver conflictos con sus pares de forma constructiva.21

A pesar de los hallazgos contradictorios anteriores sobre los efectos del cuidado infantil en el desarrollo cognitivo y lingüístico, una reciente investigación ha documentado consistentemente los efectos duraderos y positivos de un cuidado infantil de alta calidad, incluso en el rendimiento escolar.22,23,24 Casi todos(as) los(as) niños(as) (no sólo quienes estén en entornos más estimulantes) pueden beneficiarse cognitivamente, especialmente cuando gozan de relaciones positivas con las personas cuidadoras.24

Conclusión

¿Los(as) niños(as) con cuidado infantil se desarrollan de manera diferente de quienes no tienen estas experiencias? En un inicio, muchas personas que investigaban mostraron preocupación de que el cuidado no-parental pudiera ser riesgoso para los(as) niños(as), por tanto trataron de determinar si se adaptaban bien psicológica y conductualmente como los(as) niños que si tenían cuidados exclusivamente en sus hogares. Posteriormente, quienes investigan comenzaron a explorar las ventajas de la calidad de cuidado y sus beneficios potenciales para los(as) niños(as). En particular, señalaron que el cuidado infantil ofrece oportunidades para establecer contactos sociales más amplios con sus pares y con las personas adultas, por lo tanto, puede abrir amplios mundos sociales para los(as) niños(as). Las experiencias positivas en el cuidado infantil igualmente pueden mejorar las oportunidades educativas posteriores, de manera que quienes experimentan el cuidado temprano no parental, tienen más posibilidades de beneficiarse de la educación, adaptarse a las rutinas y enfrentar conflictos. Sin embargo, el hogar sigue siendo el centro emocional de la vida de los(as) niños(as) y es importante que las relaciones de apoyo entre padres/madres –hijos(as) no sean perjudicadas por las experiencias de cuidado infantil, incluso cuando los(as) niños(as) pasen una cantidad considerable de tiempo en los cuidados fuera del hogar.15

Implicaciones

Debido a que los(as) niños(as) pueden beneficiarse de las experiencias del cuidado no parental,  este cuidado debe ser de buena calidad y tiene que proporcionar el acceso a una variedad de relaciones sociales positivas.25 Para asegurar que los entornos de cuidados sean apropiados para el desarrollo,  la ratio entre las personas adultas-niños(as) debe mantenerse baja. El tamaño y la composición del grupo también deben considerarse como mediadores de la calidad de las relaciones de quienes proveen el cuidado.26,27 Además es importante que los reglamentos y aseguren y demanden la mayor cantidad y calidad posible de cuidados y que los padres bien informados los exigan.  Porque ocuparse de los niños de otras personas (en grupo) demanda estrategias diferentes de aquellas utilizadas para ocuparse de sus propios niños; por tanto, los cuidadores deben ser sostenidos por la sociedad, deben ser bien remunerados y enriquecidos a través de la educación o de la formación seria y concienzuda.

Referencias

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Para citar este artículo:

Ahnert L, Lamb ME. Los servicios en la primera infancia y su impacto en los niños (2–5). En: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Bennett J, ed. tema. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. https://www.enciclopedia-infantes.com/cuidado-infantil-educacion-y-cuidado-en-la-primera-infancia/segun-los-expertos/los-servicios-en-la-1. Actualizado: Mayo 2011 (Inglés). Consultado el 8 de diciembre de 2024.

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