El desarrollo de la agresividad física
Richard E. Tremblay, PhD, FRSC, OQ
University College Dublin, Ireland and University of Montreal, Canadá
, 2a ed. rev. (Ingles). Traducción: septiembre 2016
Introducción
La violencia física demostrada por adolescentes y adultos jóvenes es una preocupación importante en todas las sociedades modernas. De hecho, el riesgo de ser arrestado y encontrado culpable de comportamiento criminal es más alto durante la adolescencia tardía y la temprana adultez que en cualquier otro momento de la vida. Durante los últimos 40 años, cientos de estudios han intentado darnos claridad sobre cómo los juguetones niños se convierten en delincuentes juveniles. Poca supervisión parental, quiebre familiar y malas influencias de sus pares, y situación de pobreza: todas estas variables han demostrado estar asociadas con delincuencia juvenil con uso de violencia.1,2 Casi todos los arrestos hechos por crímenes violentos han sido a varones. La principal explicación para el comportamiento violento ha sido por mucho tiempo la siguiente: “los comportamientos agresivos y violentos son respuestas aprendidas para la frustración. También pueden ser aprendidas como instrumentos para alcanzar metas, y el aprendizaje ocurre mediante la observación de modelos para dichos comportamientos. Tales modelos pueden ser observados en la familia, entre los pares, en alguna otra parte del barrio, a través de los medios de comunicación masivos o en la pornografía violenta”.3
Resultados de investigaciones recientes
A pesar de que la mayoría de la investigación sobre agresión tiende a enfocarse en adolescentes y adultos, los estudios longitudinales que usan grandes muestras aleatorias de recién nacidos comenzaron a seguir el desarrollo de la agresividad física desde la infancia hace aproximadamente 15 años. Estos estudios han demostrado ahora que la mayoría de los niños comienza a hacer uso de la agresión física entre el final del primero y el segundo año después de nacidos.4,5 A pesar de ello, hay diferencias sustanciales en la frecuencia de la agresión física tanto entre los lactantes como también entre los párvulos.6,7,8,9 Una gran mayoría de los niños hace uso ocasional de la agresión física, una minoría usa la agresión física mucho menos seguido que la mayoría, mientras que otra minoría hace uso mucho más frecuente de la agresión física que los otros. Los niños en edad preescolar que son referidos a clínicas por problemas conductuales son generalmente derivados por comportamientos de agresividad física.9
Los datos disponibles sobre el desarrollo de la agresividad física durante los años preescolares han demostrado que la frecuencia en el uso de la agresión física aumenta durante los primeros 30 a 42 meses de vida y luego disminuye de modo regular.6-8 Menos niñas que niños alcanzan los niveles altos de frecuencia, y las niñas tienden a reducir la frecuencia de las agresiones más tempranamente.10 Adicionalmente, estudios longitudinales hasta la adolescencia muestran que la edad preescolar es un periodo sensible para aprender a regular la agresividad física. De hecho, la minoría de los niños en la escuela primaria (5% a 10%) que continúan mostrando altos niveles de agresividad física, permanecen en riesgo de involucrarse en comportamientos físicamente violentos durante la adolescencia.11,12
Curiosamente, mientras que la frecuencia de la agresión física mostró una caída a partir del tercer o cuarto año de edad, la de agresión indirecta (hacer alusiones peyorativas sobre otra persona a sus espaldas) aumentó sustancialmente entre los 4 y los 7 años de edad, y las niñas tendieron a usar esta forma de agresión más frecuentemente que los niños.13,14
Los factores principales de riesgo que conducen a que las mujeres den a luz niños con serios problemas de agresividad física son los siguientes: un bajo nivel educacional, historial de problemas conductuales, corta edad de la madre en el momento del primer parto, tabaquismo durante el embarazo y bajo nivel de ingresos.6-8,15,16 El estudio de amplias muestras de gemelos, también apunta a los efectos genéticos.17
Conclusiones
Contrario a la creencia popular, los niños no necesitan ser testigos de modelos de agresividad física para iniciarse en el uso de ésta. En 1972, Donald Hebb, uno de los padres de la psicología moderna, escribió que los niños no necesitan aprender a tener rabietas.18 En su libro de 1979 sobre desarrollo social, Robert Cairns les recordó a los estudiantes de desarrollo humano que los animales más agresivos eran aquellos que habían sido aislados al momento de nacer.19 De hecho, como otros animales, los niños humanos usan espontáneamente la agresión física cuando están fuertemente determinados a conseguir sus metas, por ejemplo, cuando están enojados o cuando desean fervientemente un objeto que se encuentra en posición de alguien más.20 Por lo tanto, los estudios sobre la frecuencia de la agresión física durante la temprana infancia indican que los niños no necesitan aprender a usar la agresión física en su entorno; más bien aprenden a no usarla. Este aprendizaje se da a través de variadas formas de interacción con el medio, como por ejemplo, ser herido en un intento por agredir a alguien y recibir una reprimenda por parte de adultos, pero también a través del llamado “juego de contacto”21 y de la agresión indirecta.14
A pesar de que estudios recientes sobre el desarrollo de la agresividad en los primeros años ha mejorado sustancialmente nuestra comprensión sobre el desarrollo de la agresividad en lapsos de la vida, todavía no hemos dilucidado adecuadamente los mecanismos que explican por qué algunos infantes son más agresivos físicamente que otros, por qué algunos se involucran poco en la agresividad física, por qué las niñas tienden a cometerla menos seguido que los niños, por qué hay niños que aprenden alternativas a la agresión física antes de entrar a la escuela y por qué una minoría no lo consigue.
Implicancias para el servicio y la política
La investigación sumariada anteriormente tiene implicancias importantes para la prevención de la agresividad física. Primero, la primera infancia probablemente sea la mejor ventana de oportunidad para ayudar a los niños en riesgo de convertirse en agresores físicos crónicos, porque la mayor parte de los niños aprende alternativas a la agresión física durante este periodo. Para alcanzar esta meta, probablemente necesitemos apoyo intensivo para las familias de alto riesgo, comenzando por el embarazo.22 Segundo, dado que la mayoría de las personas han usado la agresión física durante la primera infancia, la mayoría se encuentra también en riesgo de usarla de nuevo si se encuentran en una situación donde no vean una alternativa satisfactoria. Esto explicaría por qué muchos crímenes violentos son cometidos por individuos que no tienen un historial de agresividad física crónica, y por qué tantos conflictos familiares, grupos étnicos, grupos religiosos, clases socioeconómicas y naciones terminan en agresión física. Es por esto que necesitamos políticas que reduzcan al mínimo las situaciones que crean conflicto entre los ciudadanos de todas las edades.
Referencias
- McCord J, Widom CS, Crowell NA, eds. Juvenile crime, juvenile justice. Washington, DC: National Academy Press; 2001.
- Lipsey MW, Derzon JH. Predictors of violent or serious delinquency in adolescence and early adulthood: a synthesis of longitudinal research. In: Loeber R, Farrington DP, eds. Serious and violent juvenile offenders: risk factors and successful interventions. Thousand Oaks, CA: Sage Publications; 1998:86-105.
- Reiss AJ Jr, Roth JA, eds. National Research Council (U.S.). Panel on the Understanding and Control of Violent Behavior. Understanding and preventing violence. Vol 1. Washington, DC: National Academy Press; 1993:7.
- Tremblay RE, Japel C, Pérusse D, McDuff P, Boivin M, Zoccolillo M, Montplaisir J. The search for the age of “onset” of physical aggression: Rousseau and Bandura revisited. Criminal Behavior and Mental Health 1999;9(1):8-23.
- Alink LRA, Mesman J, Van Zeijil J, Stolk MN, Juffer F, Koot HM, Bakermans-Kranenburg MJ, Van IJzendoorn MH. The early childhood aggression curve: Development of physical aggression in 10-to50-month-old children. Child Development 2006;77(4):954-966.
- Côté S, Vaillancourt T, Leblanc JC, Nagin DS, Tremblay RE. The development of physical aggression from toddlerhood to pre-adolescence: A nation wide longitudinal study of Canadian children. Journal of Abnormal Child Psychology 2006 ;34(1):68-82.
- NICHD Early Child Care Research Network (2004). Trajectories of physical aggression from toddlerhood to middle school: predictors, correlates, and outcomes. SRCD Monographs 69(4, 278): 1-146.
- Tremblay RE, Nagin DS, Séguin JR, Zoccolillo M, Zelazo PD, Boivin M, Pérusse D, Japel C. Physical aggression during early childhood: Trajectories and predictors. Pediatrics 2004;114(1):e43-e50.
- Keenan K, Wakschlag LS. More than the terrible twos: The nature and severity of behavior problems in clinic-referred preschool children. Journal of Abnormal Child Psychology 2000;28(1):33-46.
- Côté SM. Sex differences in physical and indirect aggression: A developmental perspective. European Journal on Criminal Policy and Research 2007;13(3- 4):183-200.
- Broidy LM, Nagin DS, Tremblay RE, Brame B, Dodge K, Fergusson D, Horwood J, Loeber R, Laird R, Lynam D, Moffitt T, Bates JE, Pettit GS, Vitaro F. Developmental trajectories of childhood disruptive behaviors and adolescent delinquency: a six-site, cross-national study. Developmental Psychology 2003;39(2):222-245.
- Nagin D, Tremblay RE. Trajectories of boys' physical aggression, opposition, and hyperactivity on the path to physically violent and nonviolent juvenile delinquency. Child Development 1999;70(5):1181-1196.
- Côté SM, Vaillancourt T, Barker ED, Nagin DS, Tremblay RE. The joint development of physical and indirect aggression: Predictors of continuity and change during childhood. Developmental Psychopathology 2007;19(1):37-55.
- Brendgen M. Development of indirect aggression before school entry. Tremblay RE, topic ed. In: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Encyclopedia on Early Childhood Development [online]. Montreal, Quebec: Centre of Excellence for Early Childhood Development and Strategic Knowledge Cluster on Early Child Development; 2012:1-5. Available at: http://www.child-encyclopedia.com/documents/BrendgenANGxp1.pdf. Accessed February 1st, 2012.
- Nagin DS, Tremblay RE. Parental and early childhood predictors of persistent physical aggression in boys from kindergarten to high school. Archives of General Psychiatry 2001;58(4):389-394.
- Keenan K, Shaw DS. The development of aggression in toddlers: a study of low- income families. Journal of Abnormal Child Psychology 1994;22(1):53-77.
- Dionne G, Tremblay RE, Boivin M, Laplante D, Pérusse D. Physical aggression and expressive vocabulary in 19 month-old twins. Developmental Psychology 2003;39(2):261-273.Hebb DO. A textbook of psychology. 3rd ed. Philadelphia, PA: Saunders; 1972. Cairns RB. Social development: the origins and plasticity of interchanges. San Francisco, CA: WH Freeman & Co; 1979.
- Lewis M, Alessandri SM, Sullivan MW. Violation of expectancy, loss of control, and anger expressions in young infants. Developmental Psychology 1990;26(5):745-751.
- Côté SM, Boivin M, Daniel DS, Japel C, Xu Q, Zoccolillo M, Junger M, Tremblay RE. The role of maternal education and nonmaternal care services in the prevention of children's physical aggression problems. Archives of General Psychiatry 2007;64(11):1305-1312.
- Olds D, Henderson CR, Cole R, Eckenrode J, Kitzman H, Luckey D, Pettitt L, Sidora K, Morris P, Powers J. Long-term effects of nurse home visitation on children's criminal and antisocial behavior: Fifteen-year follow-up of a randomized controlled trial. JAMA-Journal of the American Medical Association 1998;280(14):1238-1244.
- Pellis SM, Pellis VC. Play-fighting during early childhood and its role in preventing later chronic aggression. Tremblay RE, topic ed. In: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Encyclopedia on Early Childhood Development [online]. Montreal, Quebec: Centre of Excellence for Early Childhood Development and Strategic Knowledge Cluster on Early Child Development; 2012:1-4. Available at: http://www.child-encyclopedia.com/documents/PellisANGxp1.pdf. Accessed January 23, 2012.
- Schweinhart L, Xiang Z. Evidence that the High/Scope Perry Preschool Program prevents adult crime. Paper presented at: The 2003 American Society of Criminology Conference. November, 2003; Denver, CO.
Para citar este artículo:
Tremblay RE. El desarrollo de la agresividad física. En: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Tremblay RE, ed. tema. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. https://www.enciclopedia-infantes.com/agresividad-agresion/segun-los-expertos/el-desarrollo-de-la-agresividad-fisica. Actualizado: Enero 2012 (Inglés). Consultado el 11 de octubre de 2024.
Texto copiado en el portapapeles ✓