Invertir en la Primera Infancia


University of Chicago, EE.UU.
, 2a ed. (Inglés). Traducción: marzo 2010

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El aprendizaje comienza en la infancia, mucho antes de que empiece la educación formal, y continúa durante toda la vida. El aprendizaje temprano engendra el aprendizaje posterior y el éxito temprano genera el éxito posterior, tal como el fracaso temprano genera el fracaso posterior. El éxito o el fracaso en esta etapa sientan las bases para el éxito o el fracaso en la escuela, lo que a su vez conduce al éxito o al fracaso en la enseñanza post escolar. Estudios recientes sobre la inversión en la primera infancia han mostrado notable éxito e indican que los primeros años son importantes para el aprendizaje temprano. Además, las intervenciones de alta calidad en la primera infancia tienen efectos duraderos en el aprendizaje y la motivación. Como sociedad, no podemos permitirnos postergar la inversión en los niños hasta que sean adultos, ni podemos esperar hasta que lleguen a la edad escolar - etapa en que puede ser demasiado tarde para intervenir. 

Sin embargo, las políticas actuales con respecto a la educación y la capacitación laboral se basan en concepciones fundamentalmente erróneas sobre la forma en que se producen las habilidades socialmente útiles en las personas. Al centrarse en las habilidades cognitivas tales como las que se miden según los logros obtenidos en los test de CI, excluyen la importancia fundamental de las habilidades sociales, la autodisciplina y un sinnúmero de  habilidades no cognitivas que se sabe, determinan el éxito en la vida. Además, esta preocupación respecto a “capacidades” de cognición y académicas, tal como las miden los resultados de tests, excluyendo la adaptabilidad social y la motivación, provoca un serio sesgo en la evaluación de las intervenciones en capital humano. 

Otro error habitual en el análisis de las políticas de capital humano consiste en asumir que las habilidades se fijan a edades muy tempranas. Esta concepción estática de la habilidad se contradice con un amplio conjunto de investigaciones contenidas en la literatura sobre el desarrollo infantil. Más específicamente, las investigaciones han demostrado que, en los primeros años de vida, las habilidades básicas pueden ser alteradas. Una visión más apropiada de la habilidad (o más bien de las habilidades), implica que éstas se desarrollan en una variedad de contextos y que las habilidades tempranas generan aprendizaje en el futuro.  

Toda consideración sobre las prioridades o el reconocimiento de la necesidad de priorizar están ausentes en las actuales discusiones sobre políticas de educación y capacitación. Lamentablemente, en una época de presupuestos gubernamentales limitados, resulta poco práctico considerar un programa de inversión activo para todas las personas. La cuestión radica realmente en cómo usar sabiamente los fondos disponibles. La mejor evidencia apoya la siguiente proposición de políticas públicas: inviertan en los más pequeños e  incrementen la enseñanza básica y las habilidades de socialización.

Nota

Adaptado del documento “The real question is how to use the available funds wisely. The best evidence supports the policy prescription: Invest in the very young,” ( “La clave está en cómo utilizar sabiamente los fondos disponibles. La mejor evidencia apoya la siguiente proposición de políticas públicas: Inviertan en la primera infancia”) publicado por the Ounce of Prevention Fund y la Escuela Harris de Estudios Públicos de la Universidad de Chicago. 2000. Este documento ha sido aprobado por el Dr. Heckman.
 

Para citar este artículo:

Heckman JJ, Schultz H. Invertir en la Primera Infancia. En: Tremblay RE, Boivin M, Peters RDeV, eds. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. https://www.enciclopedia-infantes.com/importancia-del-desarrollo-de-la-primera-infancia/segun-los-expertos/invertir-en-la-primera-infancia. Actualizado: Febrero 2007 (Inglés). Consultado el 18 de abril de 2024.

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